La paternidad es aquella experiencia única que cada hombre, cada familia, cada cultura y en cada rincón de la tierra se vive de una manera extraordinaria.
Muchos hombres se preguntan cómo será. Otros se imaginan cómo debería ser e incluso con los años las nuevas tecnologías se cuestionan cuál vivirán: si una paternidad real o una paternidad idealizada.
«No os mentiré. Para mí, una imagen idealizada está llena de realidad«
No os mentiré. Para mí, una imagen idealizada está llena de realidad y una imagen real se puede convertir en el instante más idílico. Sólo con el respeto, el amor y la capacidad de vivir cada momento son las claves para dar lugar a todos los sentimientos que rodean la paternidad.
A partir de aquí, queremos dejar volar nuestra vida, nuestra familia, nuestro hogar, nuestro entorno… Porque la paternidad va más allá de una imagen aparentemente perfecta. Tanto si la crea nuestra mente como si la vemos en redes sociales.
¡Párate! Y dedícate unos minutos a pensar en ti, en cómo vives la paternidad.
«La paternidad va más allá de una imagen aparentemente perfecta. Tanto si la crea nuestra mente como si la vemos en redes sociales«
Hay momentos llenos de sonrisas y también de alguna lágrima. Momentos más relajados y la mayoría muy intensos. Pero todos estos instantes forman parte de esta cualidad.
¿Sabías que para la RAE la paternidad es una cualidad?
Una nueva paternidad abre las puertas a una etapa de cambios. Ser padre es un regalo, pero la realidad es que asumir esta responsabilidad implica ser conscientes que existen una infinidad de obstáculos en la sociedad actual.
Hacer público que la paternidad es el eje principal de nuestra vida también es símbolo de identidad. Vivirla de una forma más consciente y activa implica un aumento de beneficios tanto a los hijos como a las familias y, en definitiva, en nuestra sociedad.
«Muchos hombres afirman que quieren dedicar más tiempo a nuestros hijos e hijas. Y esto es un indicativo de que la cultura está cambiando«
Recuerdo a mi abuelo como un rol de maestro moral, a mi padre como un sustentador económico y ahora yo, que quiero nutrir y nutrirme de mi paternidad.
Muchos hombres afirman que quieren dedicar más tiempo a nuestros hijos e hijas. Y esto es un indicativo de que la cultura está cambiando.
Por otro lado, es cierto que generalmente las madres también formamos parte del tiempo que dedicamos a nuestros hijos e hijas. Por lo tanto, evidentemente pasan muchas más horas con ellos y ellas que nosotros.
Con el tiempo he aprendido que no son las horas que pasamos juntos, sino los momentos que transformamos en recuerdos inolvidables.
«Con el tiempo he aprendido que no son las horas que pasamos juntos, si no los momentos que transformamos en recuerdos inolvidables«
Aún así, es incoherente ver como en la sociedad actual, donde se defienden los derechos infantiles y la importancia de su acompañamiento emocional, dedicar tiempo es una de las tareas más complejas y a la vez con más impedimentos.
Ser padre va más allá. Es querer de manera incondicional, apoyar en los momentos difíciles y compartir cada pequeña gran victoria.
La sociedad cambia si las personas cambian.